Año nuevo, vida nueva…»Nos vemos en los bares»

¿Habéis sentido, alguna vez, esa sensación de abocarse al vacío, al abismo, a la nada? Sentir que, hasta hacía unos segundos, pisabas sobre suelo firme y de pronto, el precipicio… la nada. Mirar y no ver, adelantar el pie y no poder apoyarlo. Y, al mismo tiempo, estar ahí, en la punta del acantilado. Sentir el aire en la cara. Respirar hondo. Mirar al horizonte y ver todo tan extenso, tan grande… Sí, hablo de esa sensación… la libertad. Lo que quieres, lo que viene… todo y nada,  a la vez.
Mirar hacia atrás y ver la tierra por la que has caminado llena de flores, fértil, limpia, de colores… Mirar hacia delante y ver el cielo azul, el horizonte, las nubes. La tierra ya no está. Pero, tienes alas. Ahora lo recuerdas.
Y os preguntaréis… pero, ¿qué le ha pasado a ésta? ¿A qué viene ahora el rollo poético, camino por el bosque a lo Hobbit? ¡Atención madres de España!  Tengo una mala noticia para todas vosotras. Por ahora, no volveréis a leer mis artículos. Sé que habéis  empezado a organizar una manifestación para mostrar vuestro desencanto por este hecho tan trágico. Pero, desde aquí, os digo: no hace falta. Sí, me han despedido. Me han dicho ese “nos vemos en los bares” tan temido por algunos. Y no lo han  querido decir sin público. Me lo han dicho a mí y a otros siete compañeros más, tanto o más válidos que yo.  “Estamos muy contentos con tu trabajo, pero… venga, hasta luego… nos vemos en los bares”. Y… si puedes,  invitas tú, que yo no tengo ni un duro.
Y ahí estás tú. Frente a una carta de despido y dos opciones, verlo como un fracaso o verlo como una oportunidad. En mi mente, sólo existe una. Para mí, al despedirme han abierto una ventana hacia mi futuro. Y la verdad, no tengo ni idea de cómo será. Un corazón entusiasta ve oportunidades en todas partes y así me siento. Con ilusión, ganas y curiosidad por saber ¿qué aprenderé? ¿dónde viviré? ¿me iré? ¿me quedaré? ¿a quién conoceré?¿qué va a ser de mi vida? Aixxx, qué sensación más bonita. Cambios, cambios, cambios, cosas nuevas, nuevos retos, nuevas energías. Todo nuevo.
No quería escribir este post, pero han sido muchas las personas que me han aconsejado que lo haga. Dicen que tengo un don innato para ser optimista y que escribiendo esto puedo ayudar a muchas personas que no lo tienen y pueden sentir miedo o pensar que han fracasado. Dicen que puedo ayudarles a ver las cosas de otra manera y si puedo ayudar, aquí estoy. Con una historia que, aunque para muchos no es naranja, para mí sí lo es. He trabajado durante más de seis años con pasión, dedicación y entusiasmo, amando lo que hacía. Y así me voy, con el cariño de mis compañeros, contenta y orgullosa. Tan contenta y orgullosa que, al salir, cargada de bolsas y revistas, he tenido que decirle a mi compañera: pero… ¿llevo la pasta, no?
Ahora, ante mí, un año nuevo que me brinda una vida nueva, con mil posibilidades, cientos de oportunidades, nuevos proyectos, nuevos retos profesionales… A veces, el  corazón nos dice que tenemos que cambiar, que ya es momento de abandonar un lugar y seguir nuestro camino, porque ya hemos aprendido todo lo que teníamos que aprender, pero la razón nos dice: ¡no! ¡Ahora no es el momento!¡Es una irresponsabilidad! y mira, pide y se te dará… han tomado la decisión por mí y me han dicho, a lo Expediente X, «tu futuro está ahí fuera».
Y no sé si será la energía, la forma de ver las cosas, el optimismo, las ganas o la ilusión, pero no hacía ni 24 horas que me habían despedido y ya se abrían ante mí nuevos caminos profesionales.
Si estás en esta situación. Cambia el chip. En tu mente está la respuesta.  Como diría el maestro Yoda : «Ten muy presente que tu enfoque determina tu realidad». Y es que una misma realidad se puede ver de tantas formas diferentes… ¿Y cuál es la mejor? La que te hace feliz. Ser feliz es una decisión, así que tú decides… Adelante, tu futuro te espera…

P.D: Se aceptan todo tipo de ofertas laborales, exceptuando aquellas que pertenezcan al lado oscuro de la luz 🙂

Madrid 2009

Madrid 2009

13 pensamientos en “Año nuevo, vida nueva…»Nos vemos en los bares»

  1. Mira hacia atrás sólo para recordar los buenos momentos compartidos. Cuando mañana vea tu mesa vacía a mi lado y me invada el silencio, sonreiré porque sabré que el aire llena tus alas. Y así debe ser. Como diría nuestra moti: ¡Adelante, siempre adelante!

Replica a Beaishappy Cancelar la respuesta